Fraga Lleida
33 Kms
Cataluña.
Entramos en esta histórica Comunidad Autónoma justo después de dejar el río Cinca y la ciudad de Fraga a nuestras espaldas.
Cataluña nos recibe con los brazos abiertos y con el regalo de una guía segura para nuestro Camino Ignaciano: la Generalitat de Catalunya ha situado postes indicadores en todo el Camino de Santiago catalán y sus señales nos ayudan a seguir nuestra peregrinación, camino de Montserrat y Manresa.
La nación catalana es fruto de una larga historia y posee una lengua propia así como manifestaciones culturales muy características, como la de los castillos humanos, “els castellers”, que recientemente (2010) fue incluida dentro del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, y que tal vez el peregrino ignaciano tendrá la oportunidad de ver en la ciudad de Manresa. A buen seguro que habrá oído hablar de la majestuosa basílica de Barcelona, la Sagrada Familia, obra del arquitecto Gaudí.
Seguimos nuestro itinerario por esta Catalunya que ofreció cobijo, ayuda material para vivir como peregrino y, lo más importante, una profunda amistad a Ignacio de Loyola.
El superior debe tratar a sus súbditos de tal manera que se sientan alegres, libres de tristeza, y puedan servir a Dios con una mente serena.
Salimos de Fraga desde la plaza del Ayuntamiento, la plaza de España. Colocados en el paseo de Barrón Segoñe, miramos al frente hacia el Ayuntamiento. A la izquierda sube la calle Obradores Revolt, que en cuesta empinada nos lleva hasta la carretera N-II. Llegados a ella, podemos tomar el puente blanco que nos conduce hasta el cementerio y desde allí, siguiendo por la calle, paralelos a la N-II, vamos caminando por la pendiente y alejándonos de Fraga. También podemos seguir paralelos a la N-II, pero por el lado derecho, todo de frente sin cambiar de lado.
Ya sea por la derecha de la carretera Nacional II, ya sea por la izquierda, llegamos a un cartel que nos indica una pista asfaltada que sube a nuestra izquierda: “Campo de Tiro las Acacias”. Hemos de continuar por la carretera Nacional II o bien tomar la pista. Ésta tiene la ventaja de alejarnos del tráfico (pero nos espera una fuerte subida-bajada), aquella no acumulará cansancio en nuestras piernas pues la carretera salva el desnivel con un simple túnel de 80 metros.
Si se sigue recto por el lateral de la carretera N-II, hay que caminar dos kilómetros, siempre en la dirección de la circulación y después de un pequeño túnel, tomar la “vía de servicio” que anuncian los carteles de la carretera. No hay que entrar en la autovía A-2. En el puente que cruza la A-2 encontramos unas señales de pintura roja y amarilla, los colores de las tres banderas de esta región: aragonesa, catalana y española. Descendemos el puente y llegamos a una rotonda. Tomamos a nuestra izquierda y cruzamos por el túnel debajo de la A-2. Un cartel nos indica “Zona Industrial” y nos dirigimos a ella. Entramos en la zona industrial y nos adentramos por la primera calle a nuestra derecha. La seguimos todo recto. Al final de la calle, después de un giro a la izquierda y otro a la derecha, nos encontramos con una rotonda. Aquí llegan también los que decidieron seguir el camino del “Campo de Tiro las Acacias”.
Si hemos tomado en dirección al “Campo de Tiro las Acacias” y siguiendo las flechas amarillas en el asfalto, al llegar a lo alto, seguimos por la pista a nuestra izquierda, para bajar hasta un punto en el que la carretera se bifurca. A nuestra derecha vemos los postes amarillos de la compañía de gas ENDESA GAS. Los seguimos y nos conducen a un polígono industrial. Entramos en el polígono y andamos por una de sus calles que en 2 km nos deja en una rotonda. Vamos siempre en paralelo a la A-2, que queda a nuestra derecha. En la rotonda final, nos encontramos con los que han escogido seguir por la carretera N-II.
Entramos en la rotonda por nuestra derecha y tomamos la segunda pista asfaltada, marcada como “Vía de Servicio”. Una señal de STOP pintada en el asfalto nos indica el camino que hemos de tomar y que nos dirige a la parte trasera de un Hostal – Restaurante. Llegados a él, nos acercamos a la vía de servicio de la A-2 y la tomamos a nuestra izquierda. Dos señales de STOP rojas nos indican, una vez más, que no vamos bien. ¡Siempre a contracorriente!
Si vas en bici puede no ser muy aconsejable ir en dirección contraria en una carretera sin arcén. Por eso, una posible opción es volver atrás unos 200 metros, cruzar un puente sobre la A-2 y coger la primera a la izquierda. Si se sigue ese camino durante unos kilómetros, siempre pegados a la A-2, terminaremos llegando a la altura de Soses y nos volveremos a unir al trazado marcado en el mapa.
Pasamos por debajo de un puente que cruza la A-2. Seguimos de frente, siempre por la vía de servicio, hasta llegar a una rotonda. En este punto salimos de la Comunidad Autónoma de Aragón y empezamos nuestro caminar por tierras catalanas. Un poste indicador nos muestra el camino. Desde ahora y hasta llegar a Montserrat, estos postes de la Generalitat de Catalunya nos serán de gran ayuda. Tomamos la segunda carretera asfaltada a nuestra izquierda, estrecha y con fuerte subida. Una laguna medio oculta aparece a nuestra derecha y seguimos subiendo por el camino de la derecha, que la bordea.
Al llegar a lo alto, nuestra pista desemboca en otra asfaltada, que tomamos a nuestra izquierda. Pero tan sólo 100 metros, porque de nuevo giramos a nuestra derecha por un camino de tierra. Los postes del Camino nos indican claramente. Giramos a nuestra derecha y luego a la izquierda, para dirigirnos a una torre de alta tensión y hacia una zona de árboles. Empezamos una fuerte bajada. Seguimos de frente nuestro camino, que de forma muy sinuosa va girando a derecha e izquierda, hasta llegar a una carretera asfaltada, que seguimos de frente y que nos conduce de nuevo a una rotonda en la autopista A-2.
No hemos de entrar en la rotonda, sino que seguimos de frente y nos dirigimos a un puente cercano, para cruzar la A-2 por él. Justo al empezar el puente, nos encontramos con un cartel que nos recuerda que estamos en el “Camí Real”, por el que transitó Ignacio de Loyola hacia su experiencia en Manresa. Cruzado el puente y llegados a la rotonda, giramos a nuestra izquierda y nos dirigimos a la A-2, porque nos interesa tomar la vía de servicio que se encuentra paralela a la autovía, que vamos a llevar a nuestra derecha. En unos metros, pasamos el Hostal Cataluña y Aragón y la gasolinera CAMPSA, al otro lado de la A-2, a nuestra izquierda. Seguimos por la vía de servicio y nos encontramos otro puente, que pasamos por debajo.
Seguimos por la vía de servicio y, después de una bajada, llegamos a una amplia rotonda que tomamos a nuestra derecha. Estamos en el km 448 de la N-II. Seguimos por el arcén de la carretera N-II que nos separa de la A-2 y que nos conduce hacia unas naves industriales. En una rotonda, pasamos junto a una escultura moderna en hierro (con un sol en lo alto), junto a la fábrica CEMESA. A 150 metros de la rotonda de CEMESA en la que estamos, parte una pista a nuestra derecha que hemos de tomar. Un poste nos indica el camino a Lleida. La pista se convierte en tierra y llegamos a la carretera que se dirige a Torres de Segre. La tomamos 250 metros a nuestra derecha y después seguimos por la pista asfaltada a nuestra izquierda, que nos conduce a Alcarràs. Postes del gobierno catalán nos indican el camino sin lugar a dudas.
Caminamos hacia delante, sin tomar desviaciones adaptándonos a las curvas de nuestra pista. Llegamos a Alcarrás por la calle Clamor. Seguimos por la Travesia Clamor y cruzamos la carretera Nacional II. Todo recto por la calle Jacint Verdaguer y tomamos la primera a la derecha. Seguimos recto por la calle Joan XXIII hasta llegar a la calle Dr. Castells que tomamos a la derecha. Si nos fijamos, a nuestra espalda queda la iglesia de Alcarràs. Vamos por la calle Passeig del Riu y en el primer cruce giramos a la izquierda para dirigirnos a la Avinguda Onze de Setembre.
Llegados al final de la Avinguda Onze de Setembre, un poste indicador nos señala la dirección hacia el pueblo de Butsénit. Tomamos la pista asfaltada a la derecha y pronto giramos a nuestra izquierda para pasar enfrente de unas naves agrícolas. Seguimos esta pista siempre de frente, sin tomar ninguno de los caminos que se abren o que parten de ella. Nos guiamos por los postes indicadores. Tomamos la pista en ángulo recto a nuestra izquierda. Vamos siguiendo de frente la pista que nos conduce de nuevo a la N-II. Llegamos a ella a la altura de un túnel, pero no lo tomamos, sino que giramos a nuestra derecha y seguimos paralelos a la carretera Nacional II. Dejamos unas grandes naves comerciales a nuestra derecha y llegamos a otra rotonda. Un poste indicador nos invita a tomar una pista asfaltada que parte a nuestra derecha.
Seguimos siempre el camino asfaltado. Encontramos un poste que nos indica que tomemos a la izquierda un sendero que va hacia el cauce de un río. Pasamos por un estrecho puente y seguimos a nuestra izquierda para dirigirnos a una granja de vacas. Cerca de la puerta de la granja, hay un sendero indicado a nuestra derecha. Lo tomamos y llegamos a unas naves agrícolas. Estamos ya entrando en el pueblo de Butsénit. Seguimos y al llegar a la carretera de entrada al pueblo, giramos a la derecha y nos adentramos en el pueblo. Pasamos una escuela primaria y llegamos a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Giramos en ángulo recto a nuestra derecha, para tomar un camino que desciende fuertemente, al lado del patio de la escuela.
El camino nos lleva directos al río Segre. Vamos a seguir el curso del río, manteniéndolo siempre a nuestra derecha. Si la temporada es la oportuna, ¡cigüeñas, patos y cisnes no faltan a la cita con el caminante! Seguimos las curvas del río. Pasamos por debajo de las vías del tren. Siempre de frente, caminando en paralelo al río Segre, llegamos a una carretera asfaltada y tomamos a la derecha. Un poste nos guía. Finalmente, llegamos a la ciudad de Lérida, la gran capital. Seguimos paralelos al río Segre, cruzamos por el puente sobre la carretera N-II y entramos por la Avinguda de Alcalde Areny.
Aunque no muy visible, puesto que se encuentra en los bajos de un edificio, la parroquia de Sant Ignasi, regentada por los padres jesuitas, se encuentra a nuestra izquierda a tan sólo 400 metros del puente que acabamos de cruzar siguiendo el río (preguntar después de pasar la “Pasarela de los Maristas”).
Siguiendo todo recto de frente por la avenida del Alcalde Areny llegamos a la Estación de Autobuses de Lleida. Girando a nuestra izquierda, subimos por la Avenida de Catalunya y tomamos a nuestra derecha en la calle Sant Antoni. Seguimos recto por esa calle y llegamos a la Catedral de Lleida, a la Oficina de Turismo y al Ayuntamiento de Lleida. Fin de etapa.
ALCARRÀS
Ayuntamiento . Tel: 973 790 004. Albergue de peregrinos: llamar a Elena del centro cultural Tel: 973 795 700. El albergue está a 2km del pueblo: no hay tiendas cerca. Ver: http://tiny.cc/pilgrimsshelter . Policía local. Tel: 639 793 035.
Hotel Can Peixan . Av de Catalunya, 78 Tel: 973 791 012.
Hotel Restaurant Casa Miquel . A 2km del pueblo en dirección a la autopista A-2, Carretera Valmanya, Km. 2, Tel: 973 791 627.
FRAGA
Taxi Fraga 24h . Tel: 931 780 030
Taxi Romera SL . Tel: 974 471 673
LLEIDA
Albergue de Sant Anastasi . Rambla d’Aragó, 11. Tel: 973 266 099 (precio de temporada baja para los peregrinos acreditados).
Hotel Catalonia Transit*** . Tel: 973 230 008.
Hotel Goya . c/ Alcalde Costa 9 Tel: 973 266 788
Hotel Real Lleida*** . Avinguda de Blondel, 22. Tel: 973 271 031
Tele Radio Taxi Lleida . Tel: 973 203 050 / 680 203 050
ALCARRÁS: Pequeña población que nos ofrece restaurante, supermercado, farmacia, centro de salud y banco. Ayuntamiento Tel: 973 790 004.
BUTSENIT: Muy cerca de la gran ciudad, nos ofrece restaurante y supermercado.
LLEIDA: Grande y bella ciudad catalana, con museos y edificios singulares que visitar. Es conveniente pasar por la oficina de información turística, para poder realizar un recorrido amplio de la ciudad y sus monumentos (C/ Major, 31 bis. Tel: 973 700 319. www.paeria.es/turisme). De orígenes íberos, bien conocida por los romanos que la bautizan Ilerda, pasó 4 siglos bajo la influencia musulmana; la ciudad fue reconquistada por el Conde Ramón Berenguer, a mediados del siglo XII. La Seu Vella, comenzada en el siglo XIII y dedicada a Santa Maria, se construye con planta románica y en el mismo emplazamiento en el que estaba situada la mezquita de la ciudad. La iglesia románica de Santa Maria de Gardeny y su torre conservan restos del monasterio de los Caballeros Templarios del siglo XII. Muy cerca se encuentran las ruinas de las antiguas murallas que una vez rodearon la ciudad y algunas paredes de la Zuda, una fortaleza árabe del siglo IX, que fue reconstruido en el siglo XIII por el rey catalán Jaime I. El edificio románico del ayuntamiento en la Plaza de la Paeria es del siglo XIII. En la Plaza de la Catedral se halla la Seu Nova o Catedral Nueva (s. XVIII) y, cerca de ella, el Hospital de Santa María, un antiguo convento con un impresionante patio interior gótico flamígero del siglo XV. También vale la pena visitar la iglesia románica de Sant Llorenç (s. XII-XIII) y la iglesia de San Martí (s. XII). Otros puntos destacados: el Casino Principal (s. XIX) y el Palacio Episcopal. Para el peregrino tiene un especial interés la capilla, en la Calle Mayor, en la que se recuerda una leyenda sobre el Apóstol Santiago: en su caminar por España, predicando el Evangelio, Santiago se clava una espina en el pie y no puede andar. Tampoco llega a ver dónde tiene la espina, puesto que está muy oscuro. En su desesperación, del cielo llegan unos angelitos que, con sus farolillos encendidos, le ayudan a salir del apuro. Cada 24 de julio, los niños de Lleida se pasean por las calles del casco antiguo, con farolillos encendidos, en honor al apóstol Santiago.
PADRES JESUITAS en Lleida: La Parroquia de Sant Ignasi se encuentra en la Plaça Espanya, 4 (Tel: 973 271 099). Dentro del horario parroquial (de 18 a 21h), ofrecen orientación y atención espiritual al peregrino, así como el sellado de credenciales.
Anotaciones: Estamos entrando en la última etapa de nuestra peregrinación: la “cuarta semana” de los Ejercicios Espirituales. Cambiamos de ánimo porque ahora entramos en la contemplación de la Vida en su plenitud. Entramos sintiendo con Jesús y con los discípulos que la última puerta se ha abierto, que ya no hay nada que nos pueda detener en nuestro camino hacia la libertad y hacia la felicidad eterna en el amor de Dios. La última semana llena de gracia y llena de luz. Nos regocijamos con cada pequeña flor, con cada pájaro, con cada sonrisa, con cada mano tendida. No olvidemos la “oración introductoria” al comenzar la contemplación, y también durante todo el día. Recordemos el coloquio final. Nos acercamos al conocimiento interno de Jesús resucitado, y le pedimos que nos ayude a cumplir nuestro compromiso con la vida para siempre. Hablamos con El, nuestro amigo, en el coloquio al final de la oración, y durante todo el día.
Petición: Pedimos al Padre el don de ser capaces de entrar en la alegría del Resucitado, y del Cristo victorioso. El don de ser capaces de contemplar la vida plena que Jesús nos ha alcanzado. El don de alegrarnos profundamente con Jesús, con María y con todos los santos.
Reflexiones: Hoy, y en los días que siguen, Ignacio nos invita a “pedir la gracia de ser felices y de regocijarnos intensamente por la gran gloria y alegría de Cristo Nuestro Señor” que ha resucitado. Nadie podía imaginar que eso iba a suceder, aunque el profeta Isaías ya había anunciado que “mi siervo tendrá éxito, será elevado al honor alto y sublime”. Pero los últimos días de Jesús fueron tan difíciles de soportar, y su muerte, tan incomprensible, que lo que menos podían pensar era que Dios estaba con ellos. Todos estaban perplejos y desmoralizados. Más de una vez en la Biblia se relata que una mujer estéril y de edad avanzada incomprensiblemente ha engendrado un hijo. Las Escrituras nos recuerdan que para Dios nada hay imposible”. Pero aun así, la vuelta de Jesús a la vida era difícil de creer. Tan difícil, que, a pesar de que los guardias se lo contaron a los principales sacerdotes y a los ancianos, ninguno lo creyó. Pero hoy día creemos que la resurrección es la verdad última del extraordinario poder y bondad de Dios. Dios tiene el poder de liberarnos de la muerte, de todo tipo de muerte.
A veces nuestra fe es muy débil. El Dios que rescata a Jesús de la muerte a la vida puede, sin duda, rescatarnos a nosotros. Pero a menudo nos sentimos tentados por el desaliento, y nos sentimos sin esperanza ante nuestros problemas, nuestros temores, nuestros pecados, o ante el dolor que se apodera de nosotros. Jesús resucitado vive transfigurado para siempre, y nosotros mismos, por la su misma resurrección, hemos sido interiormente transfigurados. . Tenemos en nosotros la semilla de la resurrección. Jesús está vivo y para siempre con nosotros, aunque a veces nos resulte difícil de creer. Los discípulos de Emaús reciben este mensaje. También es ésta la experiencia de María, su madre. Ella tuvo el conocimiento interior de que Jesús estaba vivo, desde el principio, como nos dice Ignacio. Sin duda fue ella la primera que experimentó la presencia de su hijo resucitado. Y desde ese mismo momento se acercó a los discípulos para ayudarles a superar su tristeza y su decepción. El Señor resucitado, está con nosotros, tal y como lo prometió, para consolarnos y para ofrecernos sus dones, para que nosotros podamos consolar a los que sufren.
Cuando las mujeres se acercaron a la tumba vacía, incapaces de pensar siquiera en la posibilidad de que Jesús hubiera resucitado, el “vigilante” les dice simplemente: “Por qué buscáis entre los muertos al que es la Vida?”. Lo mismo nos dice a nosotros hoy. Con demasiada frecuencia no podemos creer las buenas noticias acerca de nosotros mismos, o de nuestro mundo. Una vez más, Jesús hace vanas nuestras expectativas de muchas maneras. Pero hemos de destacar el hecho de que no se manifiesta primero a los privilegiados apóstoles, como Pedro, Mateo o Juan, sino a las mujeres, las más valientes y más fieles de sus discípulos.
Utilicemos la oración de contemplación. Sintámonos dentro de la escena, y viviendo la experiencia de la gracia de la resurrección. Escucho, observo, hablo, ruego, toco… Yo estoy dentro de la historia. Oremos por la resurrección de cada muerte en nosotros y en todas las personas que amamos. ¡Hoy, María nos entiende muy bien¡.
Textos:
Isaías 52,13-53.12. “¿Quién hubiera creído lo que habían oído?”.
Mateo 21,8-15. “No tengáis miedo, porque yo sé que buscáis a Jesús, el crucificado. No está aquí. Ha resucitado”.
Lucas 24, 13-35. Jesús, mi compañero a lo largo de la peregrinación, me señala cómo El ha sido parte de mi historia y de mi prehistoria. Consolado interiormente deseo anunciar a todos; “¡El Señor ha resucitado”, como hicieron los discípulos de Emaús.
Coloquio final: En esta etapa de nuestra peregrinación interior, ya estamos acostumbrados a caminar con nuestro amigo y señor Jesucristo. Hablamos confiadamente con El, como un amigo habla con otro. Si sientes la fuerza y la gracia interior, no pierdas la ocasión de pedirle que te acepte bajo su bandera, para así construir el Reino de Dios a su lado. Acabar con el Padre Nuestro.
Bicicletas fácil
aunque la salida de Fraga tiene una fuerte pendiente y hay que vigilar el cruce de la carretera.
Fraga : Km 0.
Camino Real: Km 13.
Alcarràs: Km 19,3.
Butsènit: Km 25.
Lérida / Lleida: Km 33.
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