Igualada Montserrat
27 Kms
Nada es difícil para un hombre cuya voluntad está fija en él, especialmente si es una cosa que se hace por amor.
Salimos de Igualada desde la Iglesia de Santa María. Tomamos por la calle de Santa María del Roser que nace en la Plaza del Ayuntamiento y la Iglesia. Continuamos por la calle de la Soledad que, seguida toda de frente, va cambiando de nombre, primero, a Avinguda de Caresmar y luego, en ligero ángulo a la izquierda, a Avinguda de Montserrat. Cruzamos por encima de las vías del ferrocarril de Igualada a Barcelona. Descendemos un poco más por la Avenida de Montserrat y tomamos la primera carretera que parte a nuestra derecha. Nos conduce a una gran rotonda que cruzamos de frente. Dejamos un gran restaurante, en lo alto, a nuestra derecha. Seguimos por la carretera N-II, ¡que tan bien conocemos ya! Es el Camino Real.
Tenemos por delante 2 km de carretera por un polígono industrial. Pasamos dos rotondas y en la tercera nos hemos de desviar a nuestra izquierda, por la primera carretera que sale de la rotonda a nuestra izquierda y que nos permite seguir un poco de lejos la carretera nacional, sin la angustia de la circulación rodada. Un poste indicador nos señala la dirección hacia Montserrat.
Siempre de frente por la carretera asfaltada, pasamos por debajo de la A-2. Nos mantenemos en paralelo con la A-2, que queda ahora a nuestra derecha. Llegamos a un puente y volvemos a cruzar la A-2, ahora por encima de ésta. Al otro lado del puente, giramos a la izquierda por la carretera asfaltada. Llegamos a una rotonda que cruzamos de frente y seguimos por el asfalto. Tomamos una pista asfaltada a nuestra derecha, para no vernos obligados a entrar en la A-2. Entramos en Can Alzina. Un poste indicador nos facilita la orientación.
Siempre hacia delante por la misma carretera, que discurre en paralelo a la A-2, vamos avanzando hacia Castellolí. Entramos en el pueblo y lo atravesamos por la misma carretera, siempre de frente. Salimos y continuamos en el mismo sentido de marcha. Después de una curva a la izquierda, vemos que la carretera sube a un puente sobre la A-2. No lo tomamos, sino que seguimos por la pista que parte a nuestra derecha y que va paralela a la A-2. A 750 metros hemos de utilizar el puente sobre la A-2: podemos subir a él por la pista que sale a nuestra izquierda y nos lleva a la carretera que recorre el puente. Un poste nos lo indica oportunamente.
Cruzamos la A-2 y ya estamos en la carretera que nos sube hasta el alto de Can Massana. Las flechas amarillas del Camino de Santiago y los postes indicadores nos hacen compañía. Se puede ir subiendo todo el rato por la carretera, que nos llevará a Can Massana. Para los de “a pie” hay atajos que van cortando las muchas curvas de la subida. Pasado el primer y muy pronunciado giro a la derecha, a 100 metros parte una senda a la izquierda, que nos aleja del asfalto y nos introduce en el bosque. Un poste nos guía de nuevo y vamos subiendo.
Volvemos a la carretera y seguimos subiendo por ella. En la primera curva entramos a la izquierda en una senda ascendente en el bosque, que se transforma en un camino de tierra, que nos conduce a la urbanización Montserrat Parc. A 500 metros desde el cruce con la carretera, hemos de dejar la pista y entrar en un sendero que nos dirige a las primeras casas de la urbanización.
Vamos a dar a la calle asfaltada: calle de Castellolí. A sólo 100 metros tomamos a nuestra izquierda, por la Avenida de la Verge de Montserrat. A poco empieza a girar hacia nuestra derecha, en curva suave. Proseguimos por la misma Avenida, que bordea la urbanización. Sin tomar ninguna otra calle adyacente, alcanzamos el final de la misma en un cruce de caminos: tomamos el de enfrente de nosotros y llegamos a Sant Pau de la Guàrdia.
Atravesamos la población y salimos por una pista de tierra que se bifurca: tomamos la senda de la izquierda. Seguimos por la pista ancha. Pasamos por delante del cementerio de Sant Pau, que dejamos a la izquierda. Continuamos la subida por la pista, que a veces se pierde un poco. Nos vamos acercando a la carretera y al Alto de Can Massana. Por fin lo vemos desde nuestro sendero, que queda elevado sobre la carretera: ¡hemos subido demasiado!
Bajamos a la carretera y seguimos a nuestra izquierda hasta el cruce de carreteras de Can Massana. Seguimos siempre por la carretera en dirección a Montserrat (para los peregrinos no es nada recomendable tomar los senderos de montaña).
A tan sólo unos pocos kilómetros de la meta, la vista de la ermita de Santa Cecilia (s. XI) nos anima a seguir avanzando hacia el Monasterio y la Virgen de Montserrat. Más adelante, a 2 km de la ermita, un cartel a la derecha nos señala la senda al monasterio por el “Camí dels Degotalls”. Para los peregrinos a pie es muy recomendable subir por este camino, puesto que nos aligera el último esfuerzo.
Por fin, llegamos al complejo urbanístico de Montserrat. Subimos hasta la plaza justo delante del Monasterio: el servicio a los peregrinos se encuentra en la plaza, a la izquierda.
CASTELLOLÍ
Ayuntamiento . Tel: 938 084 000. Han inaugurado un refugio nuevo.
Taxi Castellolí . 686 229 384
IGUALADA
Taxis Igualada . Tel: 609 478 219
MONTSERRAT
Hotel Abad Cisneros*** . Tel: 938 777 701
Refugio del Monasterio para peregrinos . En el Centre de Coordinació Pastoral. Tel 938 777 766 (hay que llegar antes de las 17:30). Información del Monasterio. Tel: 938 777 765.
Taxi Marcel . 607 329 946
SANT PAU DE LA GUARDIA
El Celler de la Guàrdia . Hostal – refugio – restaurante. Tel: 937 710 323.
Una etapa difícil: subir los 450 metros de desnivel hasta el monasterio benedictino y la Basílica de la Virgen de Montserrat no es un paseo fácil. Pero el esfuerzo de la subida queda compensado por la belleza de la montaña de Montserrat y el gozo de llegar a un lugar tan simbólico para la familia ignaciana. Los que vayan en bicicleta, no habrán de tomar el sendero de montaña de Montserrat a partir de Can Massana, sino seguir por la carretera, que es en gran parte una gozosa bajada hasta el monasterio benedictino.
CASTELLOLÍ: Pequeña población. Su nombre viene de las ruinas del Castillo de Aulí, del siglo X. A nuestra disposición, restaurante, supermercado, farmacia, centro de salud y banco.
SANT PAU DE LA GUARDIA: Pequeña iglesia con hostal y restaurante.
MONTSERRAT: La montaña resulta un marco sorprendente, adecuadamente recogido en su nombre: “Montserrat” significa “montañas serradas.” Aunque la historia exacta del complejo es incierto, parece que las capillas fueron construidas en este sitio ya en el siglo IX (la capilla de San Acíscolo, en el jardín del monasterio, los restos de este período).
El monasterio benedictino fundado en el siglo XI florece en la montaña de Montserrat como lo hacen las flores silvestres que hemos visto a lo largo de nuestro Camino. La vitalidad de la comunidad benedictina se nos ofrece en sus liturgias (Eucaristía del monasterio a las 11h) y en la irradiación de su presencia en todo el espectro socio-político de Cataluña. Su presencia y la de la Virgen de Montserrat han sido un referente de fe y atención a los peregrinos a lo largo de los siglos. En presencia de la Virgen, rendimos gracias a Dios por todo el Camino hecho hasta ahora y nos encomendamos para la última etapa que nos ha de llevar a Manresa, la ciudad ignaciana.
Según la tradición, la famosa estatua de la Virgen Negra fue tallada por el evangelista San Lucas en el siglo I y pasó largos años oculta a los musulmanes en la Santa Cueva. Los historiadores sugieren que la estatua es probablemente del siglo XII. Al monasterio y especialmente a la estatua, se han dirigido los peregrinos durante siglos y queda constancia de muchas curaciones milagrosas. Actualmente Montserrat es un gran centro de atracción turística y peregrina, con más de dos millones de visitantes anuales. En 1592 se consagró la gran basílica, que fue casi completamente destruida durante la invasión napoleónica y quemada en 1811 y 1812. Reconstruido el monasterio, se pudo celebrar el milenario en 1880 y el papa León XIII proclama a la Virgen de Montserrat patrona de Cataluña el 1881.
La Virgen Negra no está tallada en madera de ese color, sino que su aspecto oscuro se debe al humo de las velas presentadas como ofrenda, que ha interactuado con el barniz de la estatua durante años.
Un largo camino de bajada conduce a la Cova Santa (Santa Cueva), el sitio tradicional del descubrimiento de la Virgen Negra. La gruta, construida en el siglo XVII, tiene base cruciforme. También es posible tomar un funicular que nos deja a medio camino de la gruta. Las vistas desde algunos de los senderos de la montaña son espectaculares, aunque los peregrinos que han recorrido todo el camino desde Loyola no están obligados a hacer un esfuerzo adicional en busca de una buena panorámica trepando por las empinadas colinas.
La colección del Museu de Montserrat incluye retablos góticos y obras de El Greco, Monet y Picasso. El Espai Audiovisual ilustra la vida y la espiritualidad de los monjes a través de exposiciones multimedia.
La fachada de la basílica, que data de 1968, representa a Cristo y los doce apóstoles. Una vez dentro de la basílica, seguir las indicaciones hacia el “Cambril de la Mare de Déu” para visitar el camarín de la Virgen Negra. Al otro lado del patio de la entrada de la basílica hay una sala donde se exponen los exvotos y mensajes de agradecimiento a la Virgen por los favores recibidos por su intercesión.
El complejo ofrece restaurantes, supermercados, farmacias, centro de salud, banco y oficina de información (Tel: 938 777 777).
Anotaciones: La alegría nos acompaña. No olvidemos la “oración introductoria”, ni el coloquio al final de la oración ni durante todo el día. ¡Y vivamos la alegría de la resurrección de Cristo! Las canciones, la luz, las flores, el agua y los amigos son bienvenidos. La pista ignaciana de este día nos invita a hacer como Ignacio. Dediquemos un rato de oración especial junto a la Virgen Morena de Montserrat.
Petición: Ruego a Dios poder alegrarme profundamente con Cristo resucitado, ahora que he sido enviado al mundo para servir a su misión. Ruego recibir el Espíritu para poder más acompañar a Jesús y servirle en su misión de reconciliar y dar la vida por la humanidad.
Reflexiones: El Espíritu de Dios nos confirma en la misión que hemos recibido. Aún más: el mismo Espíritu nos acompaña y nos fortalece en las dificultades que salen a nuestro encuentro. Seguimos la dinámica de las otras semanas. El verdadero Rey nos pide que le acompañemos en su conquista del bien contra el absurdo de la destrucción del ser humano. El Espíritu nos impulsa en nuestro peregrinar por toda la tierra, anunciando la Buena Noticia.
El Espíritu rompe barreras, abre caminos. El Espíritu crea fraternidad, crea comunidad, crea humanidad, crea imagen de Dios en el mundo. El Espíritu nos despierta, nos ilumina, nos saca de nuestra sordera y de nuestra ceguera. El Espíritu nos pone en marcha, nos empuja y no nos deja sentarnos mucho tiempo. El Espíritu nos aguijonea, nos hace salir de nuestras comodidades, nos rompe nuestros esquemas bien hechos. El Espíritu nos llena de compasión, de amor, de necesidad de entrega. El Espíritu nos eleva, nos hace soñar, nos hace infinitos. En el Espíritu todo lo podemos esperar, todo lo podemos soportar, todo lo podemos realizar. El Espíritu es la gran presencia de Dios en nuestra vida.
A lo largo de nuestra peregrinación hemos ido “respirando” al Espíritu. Hoy pedimos ser conscientes de esa presencia en nosotros. ¿Dónde encuentro la actuación del Espíritu en mí? ¿Dónde lo encuentro actuando en los otros? ¿En qué lo reconozco actuando en el mundo?
Insistir en la petición.
Textos:
Juan 16,5-15: Recuerdo las palabras de Jesús sobre la acción del Espíritu Santo.
Hechos 2,1-21: La promesa de la venida del Espíritu se cumple el día de Pentecostés.
Hechos 10,44-48: Mientras Pedro estaba hablando, El Espíritu Santo descendió sobre todos los que le escuchaban. La obra de la evangelización había comenzado. Ruego también abrazar este trabajo con determinación,
Lucas 4,14-20: Jesús volvió a Galilea investido con el poder del Espíritu. Ahora que se acerca el momento mi regreso a casa, ruego ser también yo investido con la fuerza del Espíritu. Necesito al Espíritu para cumplir la misión del Reino de Dios.
Coloquio final: En esta etapa de nuestra peregrinación interior, ya estamos acostumbrados a caminar con nuestro amigo y señor Jesucristo. Hablamos confiadamente con El como un amigo habla con otro. Acabar con el Padre Nuestro.
Acercándonos a Montserrat, llegamos a un lugar especial para Ignacio de Loyola y para muchos peregrinos de su tiempo. La montaña de Montserrat es un lugar reconocido por muchas personas como un lugar de gran presencia espiritual. Llamada “montaña mágica” por algunos, la tradición la recuerda como un espacio en el que la presencia del Espíritu es “natural”. Dejémonos llevar por ese flujo de fuerza espiritual y hagamos como Ignacio: presentemos a la Virgen Morena nuestro ofrecimiento de seguir a Jesús, para su mayor servicio y con gran libertad de corazón.
«Y fuese su camino de Montserrat, pensando, como siempre solía, en las hazañas que había de hacer por amor de Dios. Y como tenía todo el entendimiento lleno de aquellas cosas, Amadís de Gaula y de semejantes libros, le venían algunas cosas al pensamiento semejantes a aquellas; y así se determinó de velar sus armas toda una noche, sin sentarse ni acostarse, mas a ratos en pie y a ratos de rodillas, delante el altar de nuestra Señora de Montserrat, adonde tenía determinado dejar sus vestidos y vestirse las armas de Cristo. Pues partido de este lugar, fuese, según su costumbre, pensando en sus propósitos; y llegado a Montserrat, después de hecha oración y concertado con el confesor, se confesó por escrito generalmente, y duró la confesión tres días; y concertó con el confesor que mandase recoger la mula, y que la espada y el puñal colgase en la iglesia en el altar de nuestra Señora. Y este fue el primer hombre a quien descubrió su determinación, porque hasta entonces a ningún confesor lo había descubierto.»
«La víspera de nuestra Señora de Marzo en la noche, el año de 22, se fue lo más secretamente que pudo a un pobre, y despojándose de todos sus vestidos, los dio a un pobre, y se vistió de su deseado vestido, y se fue a hincar de rodillas delante el altar de nuestra Señora; y unas veces de esta manera, y otras en pie, con su bordón en la mano, pasó toda la noche.»
Aprovechemos un momento largo de recogimiento en la capilla de la Virgen de Montserrat y oremos con el texto de 1ª de Corintios 12,1-11 pidiendo que los dones del Espíritu nos acompañen en nuestra vida, para mayor gloria de Dios. Podemos aquí también cambiar nuestros vestidos viejos y ponernos los que “descubrimos” en Igualada: una nueva vida necesita nuevos vestidos. ¿Qué dejo aquí en Montserrat? ¿Qué pienso llevar de vuelta a casa?
La basílica de Montserrat fue destruida y reconstruida en diferentes momentos de su historia, siguiendo el ritmo de las guerras que azotaban el territorio. Cada vez la iglesia se reconstruía un poco más atrás, hacia la montaña. A la entrada del atrio porticado de la iglesia actual, cerca de la estatua de Ignacio, en el suelo se puede ver un círculo en negro con una gastada cita escrita que nos recuerda que fue allí donde Ignacio se ofreció a la Virgen.
Bicicletas dificultad media
la pendiente de subida a Montserrat es bastante fuerte. Si se sigue el itinerario de a pie habrá que empujar la bicicleta. Preferible subir por la carretera de El Bruc e ir a buscar el Monasterio por el Alto de Can Massana, siguiendo siempre el camino asfaltado.
Igualada : Km 0.
Castellolí: Km 9,5.
Sant Pau de la Guardia: Km 16.
Can Massana: Km 18,2.
Ermita Santa Cecilia: Km 23,4.
Monasterio de Montserrat: Km 27.
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