Fuentes de Ebro Venta de Santa Lucía
29,6 Kms
Hagamos que quien sea rico se esfuerce por poseer sus bienes, en lugar de que sea poseído por ellos.
Decimos adiós a Fuentes de Ebro, y hoy nos despedimos del Camino de Santiago del Ebro: nuestro Camino Ignaciano sigue el Camino Real que tomó Ignacio de Loyola, en peregrinación hacia el monasterio de Montserrat y que coincide, en sentido inverso, con el Camino de Santiago Catalán.
A partir de la puerta de la iglesia, tomamos la calle mayor, de frente, que vamos a seguir hasta llegar a la calle Ramón y Cajal, que empieza a nuestra izquierda y que tomamos en descenso. En la calle Mayor, a nuestra derecha y casi en el asfalto, una flecha amarilla nos recuerda que vamos en dirección contraria. Llegamos a la carretera nacional y la cruzamos, siguiendo de frente, por la calle que se bifurca: tomamos la de la derecha, Avenida de Lorenzo Pardo. Atención porque en 250 m hemos de girar a la derecha, por la Calle del Baño. Siempre de frente por el mismo camino hasta llegar a un túnel bajo la vía del tren de Alta Velocidad. Atención porque al llegar a una cantera de piedra encontramos una bifurcación: tomamos a la derecha para ir hacia las vías del tren del AVE (el camino de la izquierda nos lleva a un túnel bajo las vías del tren convencional).
Pasado el túnel, el camino nos lleva a un puente sobre la vía del tren Zaragoza – Barcelona. Lo cruzamos y giramos a la derecha para tomar el camión paralelo a las vías del tren convencional. Vamos a ir siempre recto junto a las vías en los próximos 3 km. En unos metros pasamos bajo un puente y más adelante dejamos un paso a nivel a nuestra derecha. Seguimos siempre de frente.
Un camino se nos une por la derecha pero nosotros seguimos girando a la izquierda. En 100 m volvemos a girar a la izquierda, entrando en un nuevo camino y giramos de nuevo a la izquierda en pocos metros. Todo recto llegamos al río Ebro y seguimos por su margen, girando a nuestra derecha.
Seguimos de frente. Llegamos a la carretera A-1107 y giramos a la izquierda para pasar sobre el puente. Aquí ya nos separamos del Camino de Santiago del Ebro y nos adentramos en el Camino de Santiago Catalán. Entramos a Pina, atravesando el puente sobre el río Ebro, y nos despedimos de este buen compañero del Camino Ignaciano.
Justo después del puente, entramos a Pina de Ebro buscando la plaza de la iglesia, que queda a nuestra derecha, cerca del río. Aquí es necesario recuperar fuerzas en alguno de los múltiples bar-restaurantes de la plaza. Hay que tomar reservas de agua para el tramo que nos queda hoy y tal vez para parte de la próxima etapa.
Para salir del pueblo hemos de buscar la calle de Fernando el Católico, saliendo de la plaza por la calle de la Iglesia. Tomamos la calle de Fernando el católico a nuestra izquierda y salimos del pueblo para encontrarnos en la carretera en dirección a la Nacional II. Una gran nave agrícola de la cooperativa de Pina de Ebro nos sirve de orientación: el letrero COOPINA es bien visible. En 1,5 km estamos en la Cooperativa Agrícola y tomamos el camino de tierra que va paralelo a la carretera.
Pasamos la Cooperativa y dejamos a nuestra derecha el cementerio del pueblo. La ermita de San Gregorio aparece en lo alto, a nuestra derecha. Nuestro camino llega junto a un canal de riego y nos separamos de la carretera, tomando la pista de tierra marcada como “Mirador de San Gregorio”. Subimos por la pista de tierra, pero no tomamos la desviación hacia San Gregorio, sino que seguimos hasta alcanzar el asfalto de la calle del polígono industrial. Tomamos la calle hacia nuestra derecha, descendiendo. La primera calle giramos a nuestra izquierda y la seguimos, dirigiéndonos hacia unas grandes torres de electricidad. Vemos flechas naranjas en los postes de la luz de la calle.
Llegamos a un cruce de calles, junto a una torre de Alta tensión eléctrica. Un camino de tierra empieza a nuestra derecha, al lado de la torre, y lo tomamos. Unos postes de electricidad nos acompañan en el camino y la figura de un gran toro negro nos saluda delante de nosotros. Nos vamos acercando al toro negro. Seguimos de frente hasta alcanzar la carretera N-II, nuestra nueva compañera de camino.
No la cruzamos, sino que nos desviamos por un camino a nuestra derecha, que nos aleja de la N-II por un tiempo. Vamos subiendo hacia la meseta de los Monegros. Seguimos de frente por nuestro camino de tierra, que va serpenteando por los campos. No tomamos ninguna desviación. A 2,8 km de la N-II llegamos a lo alto de la meseta de los Monegros y encontramos unas cuadras de ganado bastante grandes a nuestra izquierda. Al llegar a ellas, el camino se bifurca: tomamos a nuestra izquierda y seguimos de frente.
En 1 km, nueva bifurcación, que ahora tomamos a nuestra derecha. Todo de frente, durante 1,8 km hasta la nueva bifurcación, que tomamos a nuestra izquierda. En 1 km, nueva bifurcación, que ahora tomamos a nuestra derecha para subir en pendiente nuestro camino. Todo de frente, por nuestro camino que es el principal, sin entrar en los laterales que van y vienen de los campos adyacentes. Nos vamos acercando a la N-II. El camino nos lleva a la Venta de Santa Lucía, a la que llegamos por detrás.
FUENTES DE EBRO
Taxi Sonia Rubio . Tel: 627 574 290
PINA DE EBRO
Ayuntamiento . 976 165 007
Pensión Los Valles . Magisterio Nacional, 7. Tel.:976 165 553 / 675 721 711.
Alojamiento Julián Laga, Tel: 625 527 652
Taxi José M Franco . 618 54 37 67
Venta de Santa Lucía . No hay posibilidades de alojamiento. Consultar autobuses AGREDA con parada en Venta de Santa Lucía y Bujaraloz: autobus diario a las 15:30.
Empezamos una serie de etapas que no son las más fáciles del Camino Ignaciano. Las etapas cercanas a Loyola, en el País Vasco, fueron duras por sus fuertes desniveles y el frío en invierno. Ahora nos enfrentamos al llamado “desierto de los Monegros”. Hemos de tener cuidado en no caer en la trampa de querer pasarlos “corriendo”, lo más rápido posible. Son tramos duros, que hay que pasar a su ritmo: ni más rápido ni más lento de lo necesario. Si en alguna etapa del Camino Ignaciano uno puede románticamente desear dormir al cielo raso, en el “desierto de los Monegros” va a ser casi obligado. Así mismo el agua escasea: ¡la ducha diaria va a ser difícil de mantener! A cada peregrino el escoger su camino.
En esta etapa dejamos el llamado Camino de Santiago del Ebro y empezamos el Camino de Santiago Catalán, o Camí de Sant Jaume. Como ya es habitual en nosotros, seguimos “a contracorriente”. Nosotros acabamos esta etapa en el restaurante Venta de Santa Lucía, porque 29 km nos parecen suficientes. Hay la posibilidad de continuar el camino añadiendo 11 km y llegar así hasta la gasolinera el Ciervo, pero tampoco hay alojamiento posible en ese antiguo hostal.
PINA DE EBRO: Es el último pueblo del Camino de Santiago Catalán. El convento franciscano de San Salvador (s.XVI-XVII) guarda el estilo mudéjar que ya hemos visto antes de llegar a Zaragoza. Pueblo de más de 2000 habitantes, nos ofrece posibilidad de restaurante, farmacia, supermercado y banco. Ayuntamiento: 976 165 007.
VENTA DE SANTA LUCÍA: Restaurante. No hay posibilidad de alojamiento. Ctra Nacional – II, Km 372,3. Tel: 976 162 001. Es prudente llamar desde Pina de Ebro al restaurante para asegurarse que está abierto y que podrán ofrecer agua y una cena. En caso de no obtener respuesta, mejor comprar alimentos y bebida en Pina, dispuestos a cenar y desayunar en el campo. Se puede tomar el autobús en Venta (a las 15:35, www.agredabus.es) y dirigirse a Bujaraloz, saltando la etapa siguiente. Esta línea de autobús cubre todas las localidades entre Zaragoza y Lleida, por lo que es muy conveniente para los peregrinos.
Anotaciones: No olvidemos la “oración introductoria”. Estamos ya en la “tercera semana” de nuestros ejercicios espirituales. Ignacio nos pide que seamos conscientes de las dificultades con las que, cada vez más, Jesús se enfrenta en la “peregrinación de su vida.” Entramos así en una parte más “árida” de nuestra propia peregrinación. Tratamos de tener en cuenta el esfuerzo generoso de Jesús por nosotros. Mantenemos en nuestro corazón un “estado de ánimo triste” a medida que caminamos con Jesús, ya por última vez, hacia Jerusalén. En nuestro coloquio final seguimos avanzando en el conocimiento interno de Jesús que, a pesar de ser inocente, va a sufrir la muerte en cruz. De nuestros sentimientos de tristeza por su dolor hablamos con nuestro “amigo” en el coloquio al final de la oración, y también durante el día.
Petición: Pido al Padre que me lleve hasta Jesús para que yo pueda oír y entender su desafío, sentir la emoción de su aventura, y un ardiente deseo de servirle compartiendo su suerte y su sufrimiento.
Reflexiones: En el evangelio, Jesús va en peregrinación desde Galilea a Jerusalén. Allí va a celebrar la última cena con sus discípulos, y va a sufrir su pasión y su muerte. Ha pasado casi tres años en compañía de sus discípulos y, sin embargo, durante esta última ida Jerusalén se pone de manifiesto que todavía ellos no han entendido su mensaje. Están preocupados pensando que quién de ellos será el más importante en el reino de Dios. Una vez más Jesús trata de hacerles entender que en el reino de Dios el liderazgo no consiste en dominar, sino en servir a los demás. Ellos no entienden que el camino de Jesús implique sufrimiento y sacrificio, ni que exija negarse uno a sí mismo. Quizás a nosotros nos sucede lo mismo, y no acabamos de decidirnos a escuchar y a aceptar esa exigencia del seguimiento de Jesús. Con la imaginación contemplativa nos vemos peregrinando con Jesús en este largo camino a Jerusalén. Presentémosle nuestras propias preguntas. Recemos para que nuestros ojos se abran y podamos ver su mensaje con más claridad, y para que nuestros oídos cada vez puedan escuchar mejor su llamada.
En su caminar, Jesús se siente débil y cansado. Los discípulos van a buscar agua y alimento, y Él se queda fuera de la aldea. El sol está alto, y hace calor. Samaria. El evangelio de Juan nos habla de una mujer que llega. Es samaritana. Había enemistad profunda entre los Judíos y los samaritanos. Jesús se encuentra junto a un pozo para sacar agua, pero no tiene con qué. Necesita ayuda. Jesús siente sed, y le pide a la mujer que le dé agua. Durante la conversación, la samaritana va descubriendo quién es Jesús, y acaba aceptándolo como el Cristo, a pesar de ver en El a un hombre cansado, débil, y necesitado de agua.
¿Quién soy yo? ¿Quién es Jesús? En el encuentro con Jesús, Dios nos ayuda a comprendernos más profundamente a nosotros mismos, y, en ese proceso, también comprendemos más profundamente a Dios. El Camino Ignaciano que estamos recorriendo pasa a través de “Los Monegros”, una región cercana a la climatología desértica en España. Caminando por esta región caliente, de paisaje árido y polvoriento, nos podemos imaginar lo importante que era el agua en la realidad y en la imaginación de los oyentes de Jesús. Sin agua, no hay vida. Nos encontramos así con una de las imágenes simbólicas más importantes de los evangelios: Jesús es el agua que da la vida eterna, el manantial que nunca se seca, el agua abundante. La transformación personal es consecuencia inevitable del verdadero encuentro con Jesús. De la misma forma que cambió la vida de las personas curadas por El, así ha cambiado la vida de esta mujer al hablar con ella. Acerquémonos a Jesús en el pozo, como lo hizo esta mujer samaritana. ¿Quién soy yo realmente? ¿Quién es Jesús? ¿Qué me dice Jesús a mí? ¿Qué respondo yo?
Textos:
Marcos 10, 32-45. “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”.
Juan 4:6-15. “Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed.”
Juan 6:30-44. Creo que Jesús es el pan vivo, el agua que da vida; y le ruego al Padre que me acerque más a Él para que, comiendo y bebiendo, pueda tener una nueva vida.
Coloquio final: Hacer un resumen de lo meditado durante la oración de hoy, hablando con Jesús como un amigo habla con otro. Sincerarse con El sobre los puntos hallados en este rato de camino. Si nos sentimos movidos a ello, podemos pedir a Jesús que nos acepte bajo su bandera. Acabar con el Padre Nuestro.
Bicicletas fácil
aunque la subida a la meseta de Los Monegros tiene algo de pendiente.
Fuentes de Ebro : Km 0.
Pina de Ebro: Km 11,6.
Venta de Santa Lucía: Km 29,6 km
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