Siguiendo el proyecto planteado conjuntamente con la Fundación Respeto de Euskadi, el Camino Ignaciano ya ha comenzado a vestirse con objetos artísticos que hablan del valor del respeto.
El punto de inicio del Camino Ignaciano en Loyola está señalado por una obra de arte que representa la unión de las lenguas expresando el respeto. En uno de los puntos finales del Camino, en el santuario de La Cova de Manresa, otra obra de arte representa el esfuerzo del peregrino, respetando el Camino en todas sus etapas.
Otras obras de arte se añadirán a las primeras a lo largo de este Año Jubilar en otros pueblos y ciudades. En pocos años se podrá recorrer un verdadero rosario de obras de arte, reflejando y expresando el Valor del Respeto.