El propietario del Palacio del Duque de Nájera en Navarrete, en el que muchas veces Iñigo visitó y vivió entre 1517 y 1521, ha reconstruido la parte antigua del Palacio y ahora es un albergue de peregrinos llamado “Posada Ignatius”. La entrada principal sigue siendo la que Iñigo vio y la piedra para subir a su caballo todavía está allí cerca de la puerta. Así que… si quieres quedarte en el Palacio por una noche, puedes soñar que has vuelto al siglo XVI con Iñigo y sentir que tienes que luchar por el reino de España, siguiendo esos deseos terrenales de Íñigo, un gentilhombre de la corte del emperador Carlos I.