Uno de los grupos de Comunidades de Vida Cristiana (CLC) de USA, guiados por el P. Hung Pham sj. se atrevió a recorrer el Camino Ignaciano el pasado mes de mayo-junio. 15 peregrinos vietnamitas se dispusieron a seguir el Jubileo 500 años aunque la temperatura se anunciaba muy alta. Despertarse lo más temprano posible y no caminar largas distancias era la fórmula secreta para no tostarse con el sol de España. La Historia y la Espiritualidad Ignaciana fueron la médula espinal de esta peregrinación. Como verdaderos buscadores del mundo interior, combinaron el caminar silencioso con las liturgias presididas por el P. Hung sj con canciones conmovedoras cantadas en idioma vietnamita. Comenzando en Loyola, como siempre se recomienda, y terminando en Manresa con dos días de meditación, los 12 días de peregrinación fluyeron sin previo aviso y se encontraron pidiendo una experiencia más larga la próxima vez. Una cosa interesante: intentaron el camino más difícil en Montserrat, lo que añadió algo de emoción a ese paso que se acercaba al monasterio. Ir a Arantzazu y Montserrat, ver las mismas imágenes que vio Ignacio hace 500 años, fue emocionante, sentirse conectado con el Peregrino que iniciaba este nuevo Camino en 1522. Y la cena en el albergue de peregrinos de Jorba fue, como siempre, la más celebrada. Tenemos que confesar el momento más duro solo dos km antes de llegar a Manresa, bajo el calor extremo: ¡¡algunos peregrinos pensaron que no podrían llegar!! ¡Pero todos lo hicieron! ¡Dios es grande!
«¡Este Camino Ignaciano es nuestro sueño hecho realidad! ¡Conocer a Ignacio de Loyola!»