Un año más, peregrinos de todo el mundo se unen en peregrinación para seguir los pasos de san Ignacio. Diferentes culturas, con diferentes aspiraciones, pero con la decisión de vivir una experiencia que les marque y les proporcione una nueva visión de sí mismos y de sus vidas. Esfuerzo y lucha garantizada a lo largo de los más de 650 km del Camino Ignaciano. También compañía y apoyo mutuo para crecer juntos en el Camino.