Con la ayuda de la administración pública, pueblos y ciudades del Camino Ignaciano en Cataluña han señalizado el Camino Ignaciano con este bello símbolo del Sol que nace en el horizonte del peregrino. También llamado el Camino del Sol, puesto que la ruta une el extremo noroeste de la península con la costa sureste del Mediterráneo, el Camino Ignaciano avanza hacia esa iluminación que Ignacio de Loyola encontró al final de su peregrinación en Manresa el 1522.