Dallas – Loiola – Manresa: Seventeen days of delightful experience

Follow this wonderful experience introduced to us by Fr. Stephen Pitts, SJ from Jesuit College Preparatory, Dallas, TX-USA ([email protected])

Take a look to the planing and the spiritual hints.  Follow the experience at their blog.




El Camino Ignaciano de John

¿Cuál es el Camino Interior que propone la peregrinación ignaciana? ¿Qué experimenta en su interior un peregrino haciendo el Camino? ¿Cuáles son las recompensas que el peregrino experimenta al caminar durante 30 días de su vida?

Aquí puedes ver el impresionante relato de lucha y de reconciliación de John, un peregrino ignaciano que caminó su experiencia en 2014.




Felices Pascuas (después de la Cruz) desde el Camino Ignaciano

El P. Michael Smith nos envió una profunda y conmovedora meditación sobre su propia experiencia como peregrino en el Camino Ignaciano en 2013.

Le agradecemos esta reflexión y les animamos a leerla aquí.




Cinco días en el Camino: los últimos 100 km

José Luis Iriberri sj. ofrece la experiencia que se realizó con alumnos de la Facultad de Turismo y Dirección Hotelera – Sant Ignasi de la Universidad Ramon Llull de Barcelona. 
En el PDF adjunto se describen todos los detalles de la peregrinación y los materiales utilizados.




Pensando con rapidez, al estilo ignaciano

Brian B. Pinter se une a una peregrinación por una nueva ruta que recorre el viaje de San Ignacio de Loyola por su España natal.

Brian dice: «Dios ha bendecido a España con un encanto, una pasión desbordante y un eros poderoso y místico. Me recuerda al Cantar de los Cantares 8:6: «El destello del amor es un destello de fuego/Una llama del mismo Yahvé». Esta gente y su fascinante país irradian esta energía romántica. Creo que Ignacio sintió esto en lo más profundo de su alma toda su vida. Entiendo cómo llegó a encontrar a «Dios en todas las cosas»».

Para saber más




Memoria 2012-13

Presentamos en esta Memoria lo que ha sido un largo recorrido de año y medio de existencia del Camino Ignaciano. Un tiempo de grandes avances y de consolidación de un proyecto que, por su complejidad, no deja de plantear nuevos retos.

Para más información: Memoria 2012-13




El Camino Ignaciano se hace también en moto, la cabalgadura moderna (septiembre 2013)

Para ver la experiencia de Ramon Pedrosa de Sant Cugat del Vallès, José Emilio Agote de San Sebastián y de Ramon Benazet de Sitges por el Camino Ignaciano en moto clicar aquí




El Camino Ignaciano merece la pena

Iñigo Medinilla ha realizado el trayecto entre Loyola y Manresa a pie. Este urolatarra ha caminado 27 días para recorrer los más de 547
kilómetros del camino.

Leer noticia




«Mi experiencia en el Camino Ignaciano» por Iñigo Medinilla Urdalleta (septiembre 2013)

Gran experiencia la de la peregrinación de Loyola hasta la Cova de Sant Ignasi. 

El camino ha sido duro, partiendo desde los montes guipuzcoanos, pasando por los valles alaveses, siguiendo el curso del Ebro, el desierto de los Monegros, los frutales de Lleida, la grandiosa Montserrat y hasta la ansiada Cova. Pero ha  merecido la pena realizar tan peculiar peregrinación.

Una peregrinación como las de antes, de las de verdad.

El camino carece de muchas cosas. Es habitual que la ruta no esté señalizada como sí lo está el Camino de Santiago. Ni está tan saturado de peregrinos, no abundan los albergues ni las tiendas donde poder abastecerse de alimentos.

En muchos momentos el ánimo decae y deseas volver al hogar debido a la incertidumbre y soledad del camino.

Pero gracias ése algo, esa fuerza interior y el saber que en el fondo sí que hay alguien que te acompaña y no te va a dejar solo, sigues hacia adelante.

Despreocupándote por las múltiples dolencias que acarreas desde tan atrás y que puedas padecer a lo largo de todo el camino. Sigues y sigues y sigues hacia adelante…

Veintisiete días de mágica experiencia, en los que sientes cada uno de los pasos, cada respiración, cada latido del corazón… y con un agradable final, dado que el camino termina ni más ni menos en la mismísima Cova de Sant Ignasi.

Meta en la que el propio San Ignacio finalizo su camino y comenzó otro más importante.

No hay mejor final.

Saludos a todas aquellas personas que hicieron posible que finalizara mi caminata gracias a sus consejos, apoyo y ayuda.

Y saludos también a los que lo habéis hecho y mucho animo a los que tenéis pensado hacerlo.

Gracias a todos.

Ignacio Nicolás Medinilla Urdalleta




The Unholy Pilgrim experience, from Fr. Patrick Mugavin (689 km of Ignatian Way Experience 2013)

“I wish to invite parishioners and others to join me in Spirit praying this inner journey. I seek the grace of walking more closely in the footsteps of Jesus in the wholehearted manner that captured St Ignatius. He founded the Jesuits who came to be known as the Company of Jesus: in walking this Ignatian journey I seek to be a closer companion of Jesus, praying the prayer of Ignatius: “Lord, grant that I may see thee more clearly, love thee more dearly, and follow thee more nearly.”

You can follow the full experience here.




Peregrinos australianos han realizado la ruta ignaciana (2013)

Veinte personas vinculadas a una Universidad de Melbourne han realizado una ‘peregrinación espiritual’ en el Camino Ignaciano.

Nos explican sus experiencias en su blog.

Para seguirles clicar aquí




Caminar con Ignacio… en tu Camino Ignaciano

Del 14 al 28 de Julio 2013

Esta es la experiencia que se ofrecía a algunos colegios y universidades de la Compañía de Jesús en EE.UU. El título ya indica el principal objetivo: caminar junto a Ignacio de Loyola, siguiendo su autobiografía y su experiencia, pero actualizada en cada uno de los peregrinos, cada uno en su propio estilo o “way”.

Desde la Oficina Técnica del Camino Ignaciano se ofreció todo el apoyo logístico posible y el acompañamiento para organizar esta experiencia de la que participaron 13 peregrinos: Gregory Kalscheur, Diane McSheehy, Phil Judge, James Buggy, Brian Pinter, Paul Ryder, Donal Godfrey, Mary Wardell, David Ghirarduzzi, Mike Hugues, Emily Czarnik-Neimeyer, Kevin Lo y Ann-Marie Devine. La peregrinación unió las dos costas de Estados Unidos, puesto que los peregrinos venían de San Francisco, de Denver, Boston y Nueva York.

La peregrinación se inició con tres días de presencia ignaciana en Loyola, Arantzazu, Azpeitia, Azcoitia y San Sebastián. Días importantes para sentir la tierra ignaciana por antonomasia y para prepararse al segundo momento: los seis días de peregrinación a pie, desde Lleida hasta Manresa. Las etapas se fueron sucediendo con las típicas anécdotas de toda peregrinación: la acogida en las pensiones, hoteles y refugios; compartir la comida, la oración, el cansancio, el silencio; los momentos de alegría y los de sufrimiento; los pies marcados por las ampollas y la oración pidiendo fuerzas; etc. Llegar a Montserrat y celebrar la vigilia de armas como Ignacio de Loyola, aunque más corta, fue un momento emocionante; también la llegada a Manresa, después de los casi 150 km de peregrinación realizados. En la ciudad capital del Bages, Ignacio pasó 11 meses de su vida, que resultaron esenciales para su futuro y el de la Compañía de Jesús. Los peregrinos pasaron dos días, visitando los lugares ignacianos, tomando tiempo para sentir la fuerza espiritual de esta ciudad y recuperando fuerzas físicas. Finalmente, la visita obligada a la Barcelona Ignaciana, así como a sus museos, arquitectura y playas. Gaudí impresionó profundamente, como lo hace siempre a quienes se dejan tocar por la conjunción entre la arquitectura, la naturaleza y la espiritualidad.

Recogemos algunos de los comentarios finales de los peregrinos:

  • Caminando por estas tierras sientes como un vínculo romántico con los campos, los caminos, los pájaros, las gentes. Vives una especie de soledad interior que te une con todo lo que te rodea. Es así como encuentras la energía para seguir avanzando y seguro que eso es lo que llevó a Ignacio a poder escribir los Ejercicios Espirituales. (Brian)
  • He vivido un espectro total de sentimientos. Desde la paz y la bondad de los paisajes, hasta la desesperación y el llanto, como el miedo al pensar que no podría llegar a Manresa a causa de las ampollas en los pies. He podido constatar el valor profundo de la decisión y la concentración para poder seguir a pesar del dolor. Es una experiencia de crecimiento en la fe, de saber que hay siempre un camino abierto delante de mí. He podido orar por los míos y por todo. (Anne-Marie)
  • Tienes tiempo para plantearte lo que realmente quieres en la vida y lo que es absolutamente necesario, la simplicidad. Muchas veces vivir la impotencia al no poder seguir caminando por el dolor y el reconocer que tal vez Dios tiene otros planes para mí. Ayuda mucho encontrar apoyo en otros peregrinos y así aceptar las situaciones que no desearías vivir. Esa frustración hay que vivirla para poder comprenderla y la superas gracias a los amigos que encuentras en el camino. Es una escuela de vida. Muchas veces te preguntas dónde está Dios y la respuesta es que tienes que llegar al final del camino para encontrarlo. (Kevin)
  • Descubres que aunque estás solo, no caminas solo. No pude hacer mucho esfuerzo debido a mis circunstancias físicas personales, pero aprendí a esperar al grupo al final de la etapa y a acompañarlos desde mi pensamiento. (Diane)
  • Ha sido un camino duro y difícil: no me lo esperaba así. La verdad es que no había caminado así en toda mi vida. Me ayudó mucho saber que para Ignacio de Loyola también esta peregrinación representó tal vez uno de los momentos más duros de su vida, teniendo en cuenta el cambio radical de vida, su confesión de tres días en Montserrat, sus experiencias de dolor interior y sus penitencias excesivas en Manresa. Una vez más he aprendido que no hay camino sin esfuerzo y sufrimiento. (Phil)
  • Me ha impresionado el camino entre Montserrat y Manresa: la montaña está omnipresente y parece como si te acompañase en tu proceso. Saber que Ignacio hizo esta etapa varias veces para ir al Monasterio Bendictino me ha impresionado. Es un símbolo de compromiso, de presencia que te impulsa a ser fiel a tu decisión de cambio de vida, que Ignacio expresa con aquel cambio de vestiduras. (Greg)
  • He vivido un camino mucho más intenso de lo que me esperaba. Hemos llorado y reído mucho más de lo que hacemos habitualmente. Hemos creado equipo y hemos avanzado juntos aunque fuésemos separados. Ahora tenemos una importante experiencia en común. (Donald)
  • Ignacio merecía hacer penitencia por sus pecados… hoy en día no se hace penitencia… y no me la esperaba, pero la verdad es que la peregrinación te hace entrar en contacto con tu cuerpo, con sus límites y potencialidades, y en eso vives una experiencia penitencial, creo yo. Descubres tu propia fuerza, pero también ves como la pierdes y entonces surge la oración para recuperarla. (Emily)
  • Hay momentos de revelación a lo largo del camino respecto a tu vida, tus responsabilidades habituales. Hay momentos de impacto, como en Loyola, en Jorba con el cura de la parroquia, en Montserrat viviendo la vigilia… Hay mucho que procesar una vez volvamos a la vida cotidiana. (Jim)
  • Es fascinante el cambio que he experimentado en mi psicología: ahora comprendo por qué la gente camina haciendo una peregrinación como esta. Lo descubrí en Montserrat cuando me encontré rodeado de turistas: las horas de camino subiendo hasta ese lugar me habían ido trabajando interiormente, y no me reconocía en ellos. Durante mucho tiempo he sido un turista, en muchos países. Ahora conozco la diferencia entre uno de ellos y un peregrino. La comprensión del mismo espacio que estás visitando es totalmente diferente. (Paul)

¡La peregrinación continua!