Invitados por Dios a recorrer el Camino Real y ganar un capital espiritual… ¡que durará para siempre!

Invitados por Dios a recorrer el Camino Real

y ganar un capital espiritual… ¡que durará para siempre!

A menudo oigo decir a la gente, después de una experiencia como una peregrinación a lugares santos, que cuando vuelven a casa, la vida sigue como siempre. Parecen dar a entender que la vida sigue siendo la misma que antes de emprender el viaje. Tiendo a pensar que, aunque la sensación de uniformidad pueda estar ahí, Dios trabaja continuamente al peregrino mientras vive su vida cotidiana después de las experiencias espirituales de la peregrinación. Cuando uno vuelve a la “vida real” Dios sigue obrando…

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